3.6.5

Viene del Día 132...



Su hermana y su sobrino "El Chope" eran los que se encargaban de cuidarlo. El Chope le llevaba diariamente su desayuno y su comida, también era el que bajaba a Xochimilco para vender los cultivos del tío.



Platicando con su sobrino, se le preguntó que cómo había sido el accidente que llevó a Don Julián a la muerte, éste comentó que para él y su tío era un día común y corriente:



Temprano habían sacado agualodo (lodo del fondo del canal para hacer el chapin -composta de lirio acuático en donde encima se coloca el lodo, se deja reposar tres días y con un cuchillo hacen cuadros y en cada uno se depositan la semillas- para hacer sus siembras).



Después Don Julián fue a realizar otras cosas a la parte trasera y se puso a pescar con anzuelo como siempre lo hacía y le comentó a su sobrino que un pez se le había escapado dos veces.



Más tarde Don Julián llamó a su sobrino para mostrarle el pez que había agarrado, era grande, de por lo menos 4 ó 5 kilos y dijo:



-Ya lo tengo, el que se me había escapado.



El sobrino sólo contestó que estaba bien.



Don Julián entonces agregó que "la sirena" le había estado llamando por que se lo quería llevar y que para evitarlo le cantaba. Al parecer, el canto a la sirena lo venía haciendo desde tiempo atrás porque todavía no quería irse con ella.



-Yo voy a ordeñar las vacas y ahorita regreso- dijo el sobrino. Entonces cuando regresó con la leche, buscó a su tío y descubrió que se había ahogado, lo que sucedió muy rápido.



Así, a los 80 años de edad, Don Julián Santana Barrera falleció el 27 de abril del 2001.



Sus familiares, quedaron muy dolidos de haber perdido a Don Julián, pero dentro de su tristeza también quedaron conformes pues su tío murió donde quería, junto con sus muñecas y la sirena de la que tanto hablaba y nadie creía.



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A muchos de los que han visitado el lugar sí les parece lúgubre... Yo sólo he estado ahí una vez y me acuerdo que llegué justo cuando se acababa de meter el sol, cuando la poca la luz y el aire ya estaban fríos; es cierto que desde afuera y bajo esas condiciones te sientes como en la película "La Bruja de Blair" (The Blair Witch Project) pero ya estando ahí resulta más acogedor e intersante que tenebroso y tétrico.